lunes, 20 de octubre de 2008

Crash financiero o de pareja?

Palabras claves como pérdida, caída, amenaza, coyuntura, recesión, crédito y depresión, se cuelan a diario en nuestras conversaciones…Desde el análisis de los gurúes financieros hasta la animada conversación en la cola del super el tema es el mismo: Cómo te afecta o te afectará la crisis financiera…

Los matrimonios argentinos, ya se curtieron en otros tsunamis, y el que no fue arrastrado por la ola de la debacle en el 2001, resurgió para olvidar rápido aquello que afectó en un momento el hogar dulce hogar. Bienvenida la experiencia entonces. Más de un argentino puede dar cátedra y explicar que en cuestiones de bolsillo apretado, lo que en otros lugares del mundo tienen que pasar ahora se podría resumir en un – lo que vos tenés que aprender yo ya me lo olvidé-

Cómo es el culebrón clásico que puede protagonizar una pareja por estos días?

Las parejas se pasan facturas. Se echan la culpa y no importa quien trae el dinero a casa ni como se invierte: El coloca mal, o ella gasta de más y viceversa…

El marido- aquel experto en invertir bien el dinero de los dos-pasa de ser un intuitivo y astuto inversionista- a un descerebrado jugador compulsivo que arriesgó el patrimonio familiar timbeando en la bolsa.

Cualquier decisión tomada meses atrás, hoy será leída como una locura de un arriesgado o arriesgada…A alguien hay que culpar.

No creo que la crisis se de en la pareja por un tema que tenga que ver con las privaciones o el ahorro. Ajustarse el cinturón o tener dificultades económicas, no tiene por qué provocar que dos personas se conviertan en enemigos íntimos. Lo que ciertamente produce el derrumbe del proyecto en común es la quita de confianza, la crítica despiadada y la repartición de culpas.

Saber que uno puede perder parte del patrimonio, no es lo que transforma a la pareja, haciendo imposible continuar la vida juntos. Tiene que ver con la ruptura de idealizar al otro y respetarlo. A veces, nuestra necesidad de sentirnos admirados y valorados por el otro, se derrumba y eso es lo más difícil de remontar.

Todos somos narcisistas y egoístas. Por eso la infidelidad duele tanto. Y no es un pecado reconocerlo.

Es misión de cada uno saber que en momentos de vacas flacas, marcar el error en el otro, solo acrecentará el caos. Habrá que preguntarse más que nunca qué puede hacer uno por su pareja en vez de reclamar qué puede hacer ella por mí.

Cae el valor de todo, y es entonces un momento para darle el verdadero valor a las cosas que lo merecen. Adular al que tenés al lado y hacerlo sentir que es quien va a salvarte pase lo que pase mientras estén juntos, puede llegar a ser mejor que cualquier receta para pasar otra crisis una vez más…
Crash financiero o de pareja?

Palabras claves como pérdida, caída, amenaza, coyuntura, recesión, crédito y depresión, se cuelan a diario en nuestras conversaciones…Desde el análisis de los gurúes financieros hasta la animada conversación en la cola del super el tema es el mismo: Cómo te afecta o te afectará la crisis financiera…

Los matrimonios argentinos, ya se curtieron en otros tsunamis, y el que no fue arrastrado por la ola de la debacle en el 2001, resurgió para olvidar rápido aquello que afectó en un momento el hogar dulce hogar. Bienvenida la experiencia entonces. Más de un argentino puede dar cátedra y explicar que en cuestiones de bolsillo apretado, lo que en otros lugares del mundo tienen que pasar ahora se podría resumir en un – lo que vos tenés que aprender yo ya me lo olvidé-

Cómo es el culebrón clásico que puede protagonizar una pareja por estos días?

Las parejas se pasan facturas. Se echan la culpa y no importa quien trae el dinero a casa ni como se invierte: El coloca mal, o ella gasta de más y viceversa…

El marido- aquel experto en invertir bien el dinero de los dos-pasa de ser un intuitivo y astuto inversionista- a un descerebrado jugador compulsivo que arriesgó el patrimonio familiar timbeando en la bolsa.

Cualquier decisión tomada meses atrás, hoy será leída como una locura de un arriesgado o arriesgada…A alguien hay que culpar.

No creo que la crisis se de en la pareja por un tema que tenga que ver con las privaciones o el ahorro. Ajustarse el cinturón o tener dificultades económicas, no tiene por qué provocar que dos personas se conviertan en enemigos íntimos. Lo que ciertamente produce el derrumbe del proyecto en común es la quita de confianza, la crítica despiadada y la repartición de culpas.

Saber que uno puede perder parte del patrimonio, no es lo que transforma a la pareja, haciendo imposible continuar la vida juntos. Tiene que ver con la ruptura de idealizar al otro y respetarlo. A veces, nuestra necesidad de sentirnos admirados y valorados por el otro, se derrumba y eso es lo más difícil de remontar.

Todos somos narcisistas y egoístas. Por eso la infidelidad duele tanto. Y no es un pecado reconocerlo.

Es misión de cada uno saber que en momentos de vacas flacas, marcar el error en el otro, solo acrecentará el caos. Habrá que preguntarse más que nunca qué puede hacer uno por su pareja en vez de reclamar qué puede hacer ella por mí.

Cae el valor de todo, y es entonces un momento para darle el verdadero valor a las cosas que lo merecen. Adular al que tenés al lado y hacerlo sentir que es quien va a salvarte pase lo que pase mientras estén juntos, puede llegar a ser mejor que cualquier receta para pasar otra crisis una vez más…

martes, 9 de septiembre de 2008

0800 maridos

Hace un par de años, en las publicidades de detergente te ofrecían un número de call center para comunicarte y darle un uso fabuloso al detergente para el lavarropas. Así te enseñaban a sacar manchas de aceite, salsa de tomate, etc. Me preguntaba que pasaría si pudiéramos tener un manual, entregado al salir del colegio, para ser futuras buenas esposas. Tal vez se pueda reemplazar la materia de actividades prácticas,( las inútiles que escribimos con la izquierda nunca aprenderemos a tejer) por la de una que enseñara el cuidado y conservación de los maridos...La cosa es que si una aprendiera la "técnica del manejo adecuado para hacer que duren los maridos", habría menos caos de pareja. Se revertirían las tendencias y las mujeres ya no estarían en masa debatiendo el por qué de su soledad. Lección número uno, seguro indicaría el manual, preocuparse más por los hombres. La prosperidad de los tiempos modernos nos puso a las mujeres en un lugar de independencia tal que hasta nos hemos transformado en egoístas…De alguna manera, les hacemos sentir que sus sentimientos y deseos siempre van últimos en la fila- Mi generación ( dentro del rango de los 30 a 45 años) fue criada en una cultura muy “yoica”.Primero uno, si no sos feliz, no podés hacer feliz a nadie…La pregunta que nos hacemos es qué pueden hacer los hombres por nosotras en vez de qué podemos hacer por ellos…Es un clásico determinar que el hombre no es lo suficientemente comunicativo, no nos hace sentir completas, aburre, no deja que una se supere y evolucione, o no crece a la misma par, o no da espacio, o limita, o simplemente no nos da lo que merecemos. Muchas de las mujeres que “sufren y se quejan” de lo que les tocó en suerte deberían preguntarse si realmente le han puesto todas la pilas, tiempo y energía a mejorar su relación, si han respetado aprobado y aceptado al hombre en cuestión. Habrá que hacer un verdadero mea culpa y recapacitar acerca del esfuerzo que se hace en agradar e impresionar a los extraños antes que a la persona que más nos debiera interesar. La cosa es así: A menos que se trate de un hombre con un serio trastorno de la personalidad, las mujeres tienen siempre el toro por las astas cuando el hombre está enamorado. Dale comunicación, respeto, apreciación, comida y buen sexo y él solo querrá cumplir tus sueños o deseos por más tontos que sean éstos. Los hombres son simples en líneas generales. No tienen síndrome premenstrual, rara vez se quejan de hipersensibilidad o desencuentros personales( no se andan quejando de lo que le contestó el suegro ni mucho menos). Por lo general, son directos en lo que dicen, y no van por la banquina para para indirectamente llegar al punto en cuestión. Sufren en silencio largamente antes de soltar una queja o un signo de dolor. Mientras que nosotras tomamos la delantera enseguida para lloriquear o lamentarnos , más aún, lo usamos como método para comunicarnos o entretenernos cuando estamos en grupete. Tan sencillo eso, como que la fuente de su felicidad es ver a su mujer feliz, mejor dicho, que ésta se lo manifieste. Aman ser admirados, ver que una está agradecida de su esfuerzo y hasta esperan el aplauso. Si nos hubieran enseñado que cuando se quejan muchas veces tienen hambre o sueño, y que todo lo que dicen no debe ser tomado a la tremenda, que son nuestros pares y se estresan o se angustian por las cosas como una…Que si se tratara de tan solo una amistad, una les trataría de disminuir las cargas, y no incrementarlas. Si pudiéramos consultar un manual para aprender a conservar maridos, seguramente no encontraríamos consejos como los que abundan hoy, donde si tu sueño es ser una esmerada esposa, te critican desde tu madre hasta tu suegra…Una por pensar que sos una sometida que arruinará su vida, y la otra, por considerarte una vaga, cómoda, vividora del nene o mantenida. A qué punto llega la falta de interés de una mujer por su marido cuando acepta armar una agenda copada de responsabilidades( no hablo de las que trabajan por necesidad) y desmerece el tiempo que debe dedicarle a su relación. Llegar cansada, no tener tiempo para nada y olvidarse del cumplimiento de las obligaciones maritales, se convierte en rutina, y sin embargo ninguna mujer se va a avergonzar ni va a reconocer que no puede con todo. Hay una preferencia total por tener reconocimiento en la vida social, ser una mujer de éxito y de autogestión antes que tener la admiración de un hombre con el que se hubiera decidido pasar la vida de la mano. Y si una no puede con todo? Hay que elegir, el matrimonio es el mejor de los trabajos, las abuelas lo sabían…Y las más inteligentes….te enseñaban la lección. Nunca podés estar cansada nena. Tomarás vitaminas. Si podés te tirás un ratito a la hora de la siesta, te ponés impecable, y lo esperás con una rica cena. Te ponés linda a la hora de irte a la cama y cumplís como la mejor….Seguro que las abuelas tenían razón. Llegaban viejitas con el marido al lado, no tenían celulitis y en vez de botox vivían poniéndose inyecciones de amor.

martes, 26 de agosto de 2008

El amor por conveniencia

El amor y la conveniencia. Está mal ser interesado?
La verdad que los comentarios de todos son más que enriquecedores, a tal punto que inspirada en una respuesta a un post anterior, va dedicado este humilde pensamiento:
Es más que frecuente escuchar la misma crítica una y otra vez: Fulana es ua interesada, solo le gustan los tipos de guita...Pepe es un vividor, vos viste el bagre con el que anda???Si está llena de mosca, claro.
Esto es solo un mito, teniendo en cuenta que nadie tiene para siempre la vaca atada, mucho menos, con la gente que supo hacer de su estilo de vida un generador permanente de riqueza. No hay ni hombres, ni mujeres tan ingenuos como para ser vividos literalmente.
El que cree que la "mujer parásito" la pasa bien, está viendo un canal de pelis románticas o cree en cuentos de ciencia ficción. Una cosa es que mientras duran las ganas sea una despampanante dama de compañía, y otra que que quede forrada de por vida.
En términos realistas, de qué manera créen que una damisela mantenida puede pasar a mejor vida sin su gallardo caballero que la llena de regalos caros?
Si la señorita encima es hueca de cabeza, se pondrá contenta con zapatos o carteras, pero a la hora de adquirir una verdadera independencia, hoy en día la cosa se le puede complicar. De qué manera puede el caballero- ponerle un depto a su nombre si ella no podrá después responder y pagar los impuestos de bienes personales siquiera...Cómo podrá pagar extensiones de tarjeta sin quedar pegado por consumos excesivos ante la afip?Los más expertos regalan ropa y carteras de marca. Nunca joyas o cash, la tienen clara. Una vez que se termina la fiesta, lo que adquirieron las chuchis les dura para unos meses más.. Es así, el tiempo pasa, y las carteras y los zapatos de una colección a otra esán out.
Obvio que existe una medida de protección más que efectiva si el señor muere de pasión y ella lo lleva de las narices al registro de la calle Uruguay: Los bienes propios que son adquiridos antes del matrimonio no entran en discusión, y todo lo que se comprara después de la unión, se puede aclarar que se efectúa con lo producido por haber vendido un bien propio. Si, me dirán, pero qué pasa con lo que se gana? Lo que se tendrá que compartir sí o si?. Muy simple, se puede alegar que se gastó. Que no está más, que se disfrutó...Siempre existen maneras de protejerse de futuras sorpresas. Por eso , es de ingenuas creer que una vale más de lo que pesa! Las que se creen un commodity, están en un serio problema...
Igual, el que crea que un fulano se sacó la grande por estar con una mujer con recursos y algo más que representar la categoría de mujer autosustentable. En realidad se gana el premio al mejor capataz de la historia. Nada más poderoso y desconfiado que una mujer con dinero. Jamás entregará lo propio, y a lo sumo, mientras dure la emoción, le obsequiará algún rodado como los que las mamis les regalan- aunque de juguete- a los niñitos.
Me pregunto entonces quién es más interesado: El que se deja maravillar por el seductor modo de vivir de quienes tienen dinero o quienes necesitan gatitas mimosas o perros falderos?
Para mi interés no es una mala palabra, conveniencia menos...El interés por cierto es la medida de las acciones, lo que te hace levantar todos los días contenta, con ganas de enfrentar la vida de otra manera, orgullosa de quien elegiste como pareja, seducida por sus encantos, por sus aciertos, por su modoy su historia personal. Es lo que te lleva respetarlo en cada momento, y sobre todo, admirarlo mucho y más. Nadie puede juzgar al otro el motivo por el cual admira al otro, mucho menos, razonar por qué le conviene...Ese es el secreto personal de cada uno, pero indudablemente, tomamos decisiones equivocadas muchas veces, y nos llenamos de esteriotipos,y pensamos que somos heróicos porque no medimos nada, ser pragmáicos y realistas nos aterra porque nos hace sentir seres con el corazón atrofiadoy termina siendo una altruista la mujer que elije un pelmazo vago, que en el fondo, le gusta para poder dominarlo. Pero la verdad, y por experiencia ajena y propia insisto en que cuando alguien realmente te conviene, es mucho mejor.

sábado, 23 de agosto de 2008

Basta de quejas

A mí me gusta ser mujer, decía la canción. El amor tiene cara de mujer, era el título de una novela...Y con tanta cosa de género, con tanta referencia a la necesidad de ganar más derechos y más terreno, con día incluido para festejar y todo, nunca es suficiente...
Siempre hay algo para quejarse.... Hoy se puede elegir, trabajar, estudiar, tener hijos, no tenerlos, ser virgen o promiscua, liberal o recatada, Susanita o Mafalda. ¿¿¿¿Quién te va a privar???

Hemos recorrido un largo camino muchachas, y sin embargo, hay algo que no deja de ser una clásica: LA QUEJA. Las mujeres vivimos quejándonos, sufriendo, escribiendo o consumiendo artículos que tienen que ver con cómo superar el desengaño amoroso, cómo olvidar al que nos dejó, cómo salir adelante, cómo hacer el duelo de la separación, cómo no dejarse engañar una vez más, etc. ¿Vale la pena? ¿Es ese el único rasgo de femeneidad que podemos ostentar, acaso? Me preguntaba ésto mientras miraba a Yelena Isinbayeva- que quebraba su propio record de salto en altura- Esa seguro que no se queja, se concentra, se pinta las uñas de negro, recita unas oraciones y le da para adelante... Insuperable, no da más que para ser admirada, y por lo tanto, tomada de ejemplo para otras cuestiones que distan de ser una competencia olímpica. Pero por qué no analizar de qué manera se puede sortear una prueba en la vida, e intentar pasarla sin la clásica queja que nos caracteriza y sin la debilidad "femenina" que queremos mostrar para aferrarnos a lo que somos: una especie en extinción.

Y esto tiene que ver con el punto de la queja recurrente del género femenino: Dejé todo por amor y ahora me dejó. No me queda nada, me estafó, me pasa poca plata, me robó, se la gasta toda en otras y mis hijos no tienen nada, se fue y se olvidó de su familia, etc.

¿Por qué la queja en vez de la acción? Porque queda mal que una "mujercita" planteé temas económicos de frente march. ¿Por qué el reclamo histérico y lloroso en vez de una buena negociación? Porque en el fondo todavía nos sentimos sin derechos suficientes y rogamos nos repartan el pedacito que con suerte nos tocará...

Y la ves a la Yelena saltando por el aire y no te la imaginás llorando por un tipo que la dejó, ni rogándole al sponsor que le ponga un poco más de garra al próximo contrato. Habrá que contagiarse del espíritu olímpico entonces.
¿Frente a una crisis matrimonial, qué es lo que hay que hacer?.Sentarse a negociar. Después si querés seguí leyendo consejos de amor. La planificación financiera de la vida después del divorcio es esencial.

Esto deberá incluir: La protección del patrimonio común( se debe evaluar qué es más beneficioso financieramente a la hora de pedir la partición de un propiedad en común, por ejemplo) Se deberá analizar qué impacto tendrán las deudas contraídas a la hora de separarse(por ejemplo si la propiedad está hipotecada) Cuánto hay de valor real y cuánto de afectivo para no quebrar la negociación de la repartición de bienes(sobre todo en objetos de arte o en propiedades cuyas expensas después no se podrán pagar) Cuáles son los recursos con los que seguirá viviendo cada uno de los integrantes de la pareja.

Fuentes de ingreso y valoración de como arbitrar los medios razonables para que se mantenga el nivel de vida histórico Evitar ser la víctima financiera del divorcio (Obtener toda la documentación posible: Contratos, certificados de depósitos bancarios, constancias de inversiones, seguros, participación en fideicomisos, y toda la información en general que en caso de conflicto determine el nivel de ingresos y consumo habitual del grupo familiar.
Elaborar un presupuesto realista para la fijación de alimentos tanto para los casos optimistas o exageradamente pesimistas. Muchas veces no se quiere renunciar ni al personal trainer, y ese tipo de gestos trae complicaciones a la hora de sentarse a negociar.

Obviamente, cuando las papas queman, es muy idealista y tirado de los pelos pensar en una situación de negociación armónica, y sin embargo, a la larga, con menos lloriqueo, queja y reclamo un buen planificador de la quiebra matrimonial, se evitan frustraciones y resentimientos a futuro. Todo lo que se negocia es más beneficioso para el grupo familiar, y cuanto menos suplique y se queje una mujer, menos "estafados" o "despachados" se sentirán los dos, y por supuesto más interesados aún en esa cosa misteriosa que es el amor...

martes, 5 de agosto de 2008

El síndrome de la mujer despachadora

Cómo enfrentan los hombres hoy el hecho de que su mujer, adorada y venerada hembra- elegida para ser su fiel compañera, madre devota y sumisa protectora del hogar cual Hera, diosa de la mitología griega( diosa del matrimonio), de pronto se convierta en otra cosa al despertarse en ella el “síndrome de la mujer despachadora”.
Eso, qué es, se preguntarán: Es lo que pasa hoy . Dos terceras partes de los divorcios son iniciados por mujeres. No es que las cosas hayan cambiado al punto tal de estar ante un menor compromiso de nuestra parte, por el contrario, una mujer que termina tirando la toalla seguramente intentó salvar su matrimonio con todos los medios habidos y por haber.
¿Cuál es entonces el patrón común para que se de este fenómeno?
Esta partida que parece abrupta y repentina tiene su origen en los primeros momentos del matrimonio . En esa instancia, la mujer tiende a ser la “cuidadora emocional” de la relación. Se encarga de demostrar que la pareja es su prioridad e insiste en tener “calidad de tiempo” juntos, conversación y actividades compartidas. Hasta allí, la lectura de la relación es perfecta en la medida que se siente valorada, atendida y sobre todo escuchada. Lo que más afecta a una mujer es que no la quieran oir y que no la valoren. Después, todo reclamo tiene que ver con sentir que le han dejado de prestar atención. Cualquier cosa es válida para que la dulce mujercita encuentre motivo suficiente para empezar a reclamar y mendigar diálogo. Una cosa es una mujer exigente, que mantiene el deseo de conquista por siempre en su pareja y otra fatalmente opuesta es una mujer demandante, quejosa, reclamadora, llorona o iracunda, que más que generar la respuesta en el otro, provoca en el demandado las ganas de que lo dejen un poco en paz.
Suficiente: es el huevo o la gallina, no importa…Menos ganas de escucharla y atenderla tendrá él, y sigilosa y atormentada por “el vacío” y la soledad, ella comenzará a planear su estrategia de salida. Puede durar meses o décadas, pero nada detiene la puesta en marcha de este plan, que por lo menos le da un motivo vital a la existencia de la relación, aunque esto signifique terminar con ella.
Y empieza el show, se vive imaginando el día en que los chicos sean más grandes para “que no sufran tanto”, o se está a la espera de “el alma gemela “ que la rescate como el príncipe de los cuentos de hadas( se vivirá el matrimonio como si una fuera una bella durmiente hasta que un príncipe venga al rescate), o se planifica la independencia financiera(seguro esta es la mejor opción).Todo con un mismo fin.
Estas estrategias de salida, pueden llevar muchos años para ser ejecutadas, y en vez de arreglar su relación, el foco está puesto en fortificar los propios recursos.
Estar ocupadas hace que la demanda sea menor, y mientras una teje en silencio su salida, él piensa que las cosas han mejorado, para encontrarse un día directamente ejectado a la cucha del perro y por sorpresa. Todo parece calmo y sin novedades, y de repente viene el tsunami.
Es el día D, cuando la mujer decide simplemente “legalizar la soledad” que ella misma provocó a lo largo del tiempo. Es un shock, y sacudido , él no le perdonará no haberle avisado de la infelicidad que sentía. Es la protesta clásica…Y vuelve el diálogo y el reconocimiento de la importancia que tienen para él su mujer y sus hijos. Nada más real y genuino que el sentimiento de desesperación de un hombre luchando por salvar lo que para él es su mundo ideal.
Y los que creen que nadie puede cambiar al otro, deben reconocer como con el golpe, ellos se convierten en los maridos que estas mujeres deseaban tener. Sin embargo, es tarde y nada puede detener la marcha del síndrome de la mujer despachadora
Ni los más expertos terapeutas familiares pueden lograr algún cambio en la decisión de quienes se acostumbraron a aguantar la respiración abajo del agua de la soledad en pareja…Estas mujeres se acostumbraron al dolor de sentirse solas, y no viven como pérdida la separación.
Seguramente estos hombres se vuelven unos excelentes segundos maridos, es la mejor escuela de vida a la que pueden asistir. Es fácil enamorarse, y muy difícil mantener el amor a lo largo de los años.
Muchas clientas que tienen este síndrome, suelen querer asesorarse pasado cierto tiempo para revisar acuerdos alimentarios desastrosos o llegan queriendo renunciar a todo para lograr un divorcio rápido.
Se piensa que la mujer que promueve la separación tiene menos derechos, como si tuviera un antecedente cultural marcado en la que mereciera ser castigada por rebelarse….
Recién cuando entienden que no deben sentir culpa sino que fue un acto lógico renunciar a cosas como parte de su estrategia de salida, pueden volver a intentar ser reconocidas en su verdadero derecho, y también a demostrar que ellas mismas pueden convertirse en mejores segundas esposas algún día.
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