miércoles, 18 de junio de 2008

Cuanto cuestan tus lágrimas

Terminé de leer el libro de Patricia Faur, "amores que matan", y se lo pasé a una amiga, es una joyita de esas que uno subraya a medida que lo descifra, y advierte en su relato tantas verdades como soluciones al problema de no poder cortar con un mal amor... Su descripción y comparación de las relaciones tormentosas con las adicciones patológicas, francamente da para pensar seriamente en eso que llamamos la "química" del amor y su contracara: la adicción al mal amor.
¡Qué aporte fundamental es el entendimiento para poder deshacerse de una relación que daña! El tratamiento profesional ayuda a salir del infierno a una mujer maltratada.Sin embargo, hay determinados factores previos al pedido de ayuda o la toma de decisión de liberarse de una historia que no merece llamarse amor que condicionan la puesta en marcha de la acción concreta.
De todos los puntos que influyen en la toma de decisión de terminar con una relación de abuso( con esto me refiero a terminar un noviazgo, o dejar de convivir o separarse con existencia o no de hijos en común )Tanto se trate de un corte del vínculo o de la necesidad de contar con una vía legal( denuncia en sede penal o pedido en la jusiticia civil de protección por violencia familiar), hay uno que es el más importante de todos, el que inclina la balanza de las decisiones: El miedo.
El miedo es la constante, es el factor que influye tanto en las relaciones que se establecen como en el desarrollo de las mismas.
Las mujeres que sufren el maltrato tienen:
Miedo por los hijos: Es un mito frecuente pensar que si abandonan al agresor, lo pierden todo, incluso a los hijos( El abusador, generalmente asusta a la mujer diciéndole que tiene la manera de quedarse con los hijos). La mujer que expone por vía civil su historia de abuso, tanto físico como emocional, al amparo del instituto de protección contra la violencia familiar, puede conseguir la exclusión del hogar del violento, alimentos provisorios para su familia y la restitución del hogar en el caso de haber escapado. Cuando un hombre amenaza con quedarse con los hijos, simplemente sigue ejerciendo su rol de abusador emocional.
Miedo al agresor y a pedir ayuda o denunciar; Obviamente, existe temor a la reacción que pudiera tener el agresor al darse cuenta de lo realizado por la mujer.
Miedo a la soledad: La dependencia es tan fuerte que a pesar de los malos tratos , no conciben la vida sin su pareja. En una relación de abuso, la mujer generalmente, corta todos sus lazos con el "mundo exterior", pierde a sus amigas, y el grado de alienación hacia sus parientes puede hacer que ya no tenga diálogo o confianza con ellos. La soledad es una realidad a la que se deberá enfrentar-
Miedo a recibir ayuda: Cualquier información que reciban de cómo actuar o a dónde dirigirse será recibida con temor a que el agresor tome conocimiento de que ella tuviera contacto con ese tipo de datos.
Me dejo el punto para mí más relevante( tal vez desde mi óptica , que no es la de un profesional de la salud mental):Miedo a no tener dónde vivir, ni tener dinero ni medios para volver a empezar.
Este punto,es muchas veces el mayor impedimento para poder terminar una relación de maltrato. Tiene coincidencia en todas las clases sociales. La mujer que ha dedicado su vida al cuidado de los hijos o el hogar(aún con muy buen pasar) teme quedarse sin nada si abandona al maltratador, que eventualmente, le habrá hecho sentir como parte de su maltrato que ella no era dueña de nada. La de menores recursos, sabe que aunque un juez determine que el violento , como parte de una medida cautelar, tenga la obligación de aportar alimentos, ésto no se cumplirá dando rienda suelta a la burocracia de trámites que incluyan reclamos sobre algo que se sabe será de imposible satisfacción.( Imaginemos a un violento, excluido del hogar, obligado a cumplir con una cuota alimentaria, si hay manera de hacerlo cumplir...)
Lamentable pero real, si bien el dinero no es algo que enamore a las personas(algunos dirán que sí), a la hora de dar por terminado aquello que alguno de los dos piensa que es amor, influirá en la toma de decisión y bastante.
Aquellas que cuentan con la posibilidad de reclamar lo que les corresponde, tienen que saber que además de contar con ayuda sicológica, deben prepararse para los malos tiempos, saber con qué contarán los meses que demanden ser oídas en su justo reclamo. ( Deberán ahorrar para pagar abogados y vivir).
Lo más difícil se da en los casos donde el deterioro síquico o físico se acompaña de la imposibilidad de contar con ayuda, siquiera de familiares o amigos.
En España, se proyecta con políticas sociales, como prevenir la violencia de género, y más aún, la salida del problema. Un ejemplo de ello es la normativa reciéntemente sancionada( Mayo de 2008) en Cataluña llamada "ley de los derechos de las mujeres para la erradicación de la violencia machista"
Los puntos salientes tienen que ver con la celeridad del proceso, la ayuda económica que reciben las denunciantes( renta de inserción, que incluye acceso a una vivienda con créditos especiales , ayudas escolares, asistencia jurídica gratuita y adelantos por alimentos adeudados) .
Aún si es posible o no contar con políticas públicas que puedan dar una solución al respecto con una contribución económica, da para pensar, si existe la manera de reconocer el origen del problema. Si una mujer tiene más independencia económica¿Puede ser abusada? Si se prepara para dar fin a una historia de maltrato fijando sus objetivos , sabiendo que su libertad no tiene precio pero reconoce que va a precisar algo de dinero para llevar su proyecto a cabo¿ No es una manera de empezar a liberarse del maltrato?
Me quedó grabado el pensamiento que un Rabino compartiera conmigo en una celebración de las "pascuas" judías...Para liberarse de la esclavitud...los judíos tuvieron que irse sin tiempo para hacer leudar el pan...
Finalmente cuando una mujer consigue sobrevivir a una historia de maltrato, escapa sin importarle que deja atrás...Pero al menos se puede intentar tener el tema económico pensado de antemano.

5 comentarios:

fernandosinger dijo...

merlina ,creo que para muchas mujeres el miedo a abandonar a su pareja , ya sea la violencia que se presente , tiene que ver con no dejar esa posicion de victima.mis fundamentos son que en una relacion donde hay violencia no hay victimarios , sino que ambos son victimas de este dispositivo perverso , la mujer incita al hombre de alguna manera a ser golpeada y èl se siente obligado a accionar violentamente contra ella, por que ; como ya lo dije antes es un dispositivo perverso con dos victimas y un objetivo en particular" el goce sufriente de ambos " por eso en estos casos de violencia conyugal , èl vuelve a reincidir por que ella de alguna manera le termina dando espacio de entrada para que el dispositivo siga funcionando.

Dra Merlina Licht dijo...

Hay personas que pueden ser violentos con algunas, y no con otras...Las relaciones son violentas, y quien ha vivido en un hogar violento, puede tener tanto un papel activo como pasivo, en determinadas relaciones ser el victimario y en otras, la víctima. Igualmente, cuando es el hombre el ejecutor del maltrato, lleva a la mujer a su estado más primitivo de sumisión. Tal vez porque por un hecho cultural, la mujer piensa que "por algo será", y se propone ser "más mujer" con más sometimiento. Eventualmente insisto que sin recursos, es muy difícil que una persona maltratada pueda decir basta. Pero dapara pensar y evaluar, si uno conoce qe su pareja fue violenta con anteriores si cree que no se repetirá.

fernandosinger dijo...

disculpame pero tengo derecho a tener mi opinion.Ella se deja reducir a el estado mas prim.. de sumision , por que como te lo dije en el comentario aveces no son los recursos lo que ella no tiene sino " es que no puede abandonar ese dipositivo " donde ella es tambien un objeto del goce del otro. No seas tan conductista.

Dra Merlina Licht dijo...

Valoro tu aporte, y ciertamente, coincido en que el lugar que uno va ocupando, ya sea de desvalida o de fuerte, tiene que ver con una necesidad propia. Desde ese punto de vista, hay quenes se mueven mejor en historias que coinciden con situaciones vividas, pero eventualmente, me gustaría que compartieras tu criterio de qué significa ser objeto del goce del otro para estos casos. Tal vez pueda ser de gran ayuda para quienes lean tu aporte
Gracias

fernandosinger dijo...

Uno nunca deja ser objeto para el otro y los otros tampoco dejan de ser objeto para uno.Con respecto al goce, me refiero al goce sufriente del "yo". Por lo tanto este dipositivo
perverso que te expliquè en el comentario anterior , justamente lo que hace es poner al "yo" en una posicion sufriente.Como resultado no hay mas que sufrimiento en estos casos de relaciones donde la mujer no anima a irse. NADA JUSTIFICA UN GOLPE ,PARA NO IRSE DE AL LADO DE UN GOLPEADOR , NI SIQUIERA NO TENER DINERO PARA IRSE.Hay mujeres que se han ido a vivir de la madre u otras cosa han hecho para irse.Vos hablaste en tu comentrio de que este miedo que las aborda a las mujeres, termina perjudicando tambien su relacion con el mundo exterior, y a no pedir ayuda . Bueno , este miedo esta instalado para no irse de ahi , es uno de los elementos mas poderosos que utiliza su " super yo " para poner al "yo"
a sufrir.
Y el " otro " es el"super yo" para "LACAN". Espero que haga el esfuezo de entenderlo.OK